De vuelta en Potosí! Les comento mas o menos lo que fueron
estos días. Hace 3 días que el grupete (facu, agus, caro, lu, emi, tigre y yo) volvió
a Potosí después de acampar 4 días en el ojo del Inca, ¿Qué es el ojo del
Inca?, un lugar maravilloso. A 4b de viaje en bus desde Potosí se llega a
Tarapaya, de ahí caminamos más o menos unos 15 minutos para llegar a una laguna
(conocida como la Laguna de Tarapaya o el Ojo del Inca). Lo peculiar es que
esta lagunita es en realidad el ojo de un volcán, y por esta razón está
constantemente a una temperatura de veintipico de grados en las orillas y mas o
menos treinta grados en el medio. Es un lugar místico donde, según cuenta la leyenda,
los incas peregrinaban desde la actual Perú a su hermana Bolivia para poder
bañarse en estas aguas sagradas. Fuimos con la idea de quedarnos una noche pero
por necesidad de naturaleza esa noche se extendió a 4. Los últimos días, por
falta de víveres, caminábamos en busca de comida al pueblito de Miraflores, a unos 20 minutos
de donde estábamos con las carpas. Durante el día, lógicamente, estábamos sumergidos
en las aguas volcánicas a tal punto de salir con la presión baja del calor constante,
y acostarse en grupo en la carpa mas grande a escuchar Pink Floyd con los ojos
cerrados y a comer galletitas Mabel de coco (delicia extrema).
De noche, salían guitarreadas al lado de algún fuego, o en
su defecto a orillas de la laguna (con los pies adentro), pudiendo apreciar el
cielo estrellado, los patos nadando por entre el vapor del Ojo y demás.
También es importante que sepan de la existencia de Fredy y
de Irma. Fredy es el cuidador de este lugar, boliviano que desde el primer
momento nos cautivo con su paz, su delicadeza para explicarnos las reglas y su
amor por la naturaleza en donde vive. En cuanto a Irma la situación fue
distinta, logró cautivarnos, pero no a primera vista. Lo cierto es que Irma vendría
a ser una mujer con poco tacto y de carácter fuerte. El primer día nos saco la
leña que habíamos recolectado diciendo que se la robamos del cerco (mentira, lo
juro) y tuvimos que ir a recuperarlo por nuestro propios medios. Pero bueno, en
cierto punto Irma se avivó de nuestras buenas intenciones y cambió la onda. El día
que mas compartimos con ellos fue el último, día en que los ayudamos a
terminarle un rancho nuevo a los dos chanchos flacos que tenían, nos divertimos
muchísimo y de paso hicimos la buena acción del día, para Fredy, para Irma y
para los cochinos. Se encariñaron tanto que la despedida fue triste, nos
sacamos un montón de fotos con ellos y tuvimos que atravesar las tristes
palabras de Irma “¿van a volver cierto?”, “se me cuidan ¿escucharon?”, etc. Etc.
Etc, y lo que es mas duro a Fredy con una sonrisa en la cara dándonos la mano y
tocándose el corazón para expresar el cariño. Triste. Pero lindo.
En fin, se me termina la hora de cyber y además tengo que ir
a almorzar, pero ya me haré de tiempito para contarles el raro e increíblemente
enriquecedor encuentro que tuvo este grupo con un antropólogo, sociólogo, politólogo,
medico, traductor y un monton de títulos mas; llamado Felix Duran que, con solo
2 tardes de charla pudo abrirnos la mente de una forma extraña tocando los
temas más interesantes que puedan existir.
Enorme saludo,
Benja.